Joris-Karl Huysmans


''Las únicas personas verdaderamente indecentes son los castos''





(...) El sudor y la sacudida del trabajo, la vida triste y amarga que se desprenden del libro de J-K Huysmans, irrita los ojos, y muerde el interior con gran penetración.

Es un artista áspero y famoso, pero ¡qué profunda aflicción se trae, pues ataca con dolorosa ciencia a todos los fermentos de descomposición que duermen y descansan en el recipiente humano! 
Puesto que él puede sacar de su apatía todos los virus que envenenan el alma, licuan la carne y pudren el corazón! 
Fue en el país, en un antiguo castillo abandonado, que puso este drama íntimo de dos esposos, la agonía moral y física de dos seres expulsados ​​de París por la desgracia, por batallas incesantes contra las miserias comerciales, las luchas de los vencimientos o los pagarés, la tortura de los alguaciles; y este medio sólo sirve para desarrollar, el contraste de la soledad y el moho del castillo, la sequedad del corazón, la amargura bestial de los campesinos, un alma que roe a estos desgraciados fugitivos. Jacques Marles y su esposa Louise buscaron refugio en su tío, gerente del Chateau de Lourps. La mujer está enferma, físicamente neurótica; el marido sufre de una neurosis moral, y estas dos desafortunadas criaturas, desesperadamente juntas, sienten todo con una agudeza doblada por su triste estado de salud. Es un análisis de una ferocidad implacable, día a día, hora por hora, de lo que experimentan, de lo que los devora a la médula. Tres sueños extraños, que parecen tener en cuenta de manera palpable el duro golpe dado por la exasperación del mal en el cerebro se desarrolle, lujosa y angustiante, a través de estas imágenes de existencia miserable y real. 
Al mismo tiempo, Huysmans ha encontrado un pretexto para las pinturas más magistrales, a maravillosos paisajes de precisión, atmósfera, luz y vida. Pero lo que podría golpear más, en este libro de orden superior de arte puro es la forma en que pintó campesinos, creando chicos inolvidables en su sencillez, una belleza terrible en su fealdad nativa, en el refinado detalle de su bestialidad. Ciertamente no había tal sensación humana, tan exacta, de estas naturalezas primitivas y astutas. En resumen, un libro asustadizo, torturado, soplando en todas sus páginas el hedor del mal de la vida, pero un libro maestro; 


(*) The Book, Modern Bibliography , Sexta edición, 10 de junio de 1887, No. 90, Crítica literaria del mes, no firmada pero dada por Octave Uzanne [periodista, editor y escritor francés. Se destacó por sus investigaciones bibliográficas en torno a los autores del siglo XVIII]





Charles Marie Georges Huysmans, más conocido como Joris-Karl Huysmans (París5 de febrero de 1848 - ibídem, 15 de mayo de 1907), fue un escritor francés. Los trabajos de Huysmans expresan un disgusto por la vida moderna y un profundo pesimismo, especialmente su obra más conocida, A contrapelo (À rebours, 1884).

Descendiente de una larga línea de pintores flamencos, Huysmans tuvo una juventud dolorosa.
En A contrapelo (1884), con distintas traducciones, famosa novela que se convirtió en modelo del decadentismo más exquisito, rompe claramente con la estética naturalista; pues las tendencias al artificio por parte del hiperestésico, descontentadizo e hipercrítico protagonista, Des Esseintes, son otros tantos impulsos hacia un ideal de vida.
Asistió en su lecho de muerte a su admirado Auguste Villiers de l'Isle-Adam (1889) y luego escribió una novela extraña sobre la demonología medieval mezclada con el presente, La bas (1891), que ha tenido diversas traducciones. Es una novela de éxito: Luis Buñuel escribió un guion sobre ella con Jean-Claude Carrière que no llegó a filmarse. El autor mostraba ya cierto desajuste psicológico, pero ese libro llamó la atención.
Muy pronto, en 1892, tras una crisis radical, viró hacia las enseñanzas de la Iglesia Católica, en un ejemplo extremo del misticismo expandido a finales de siglo, y que afectó de modos distintos a figuras como León Tolstoi. Sus novelas En ruta (1895) y La catedral (1898) están dedicadas a narrar esa experiencia religiosa. Se retiró en 1899 al monasterio benedictino de Ligugé, en Francia, donde recibió el oblato, permaneciendo allí dos años. Durante su estadía escribió Sainte Lydwine, una biografía novelada sobre Santa Liduvina, la que fue publicada posteriormente en París (1901), y luego comienza a escribir L'Oblat (1903), basado en su experiencia en el monasterio. Hacia finales de 1901 abandona Ligugé y retorna a París a vivir sus últimos años.
Fue uno de los más importantes descubridores del arte avanzado el siglo, como lo muestra El arte moderno. Al fin de su vida estudió a los primitivos del arte.
Murió tras un cáncer de boca, el 12 de mayo de 1907. Está enterrado en el Cementerio de Montparnasse en París.
Fue un escritor admirado por muy distintos lectores, dado sus cambios de gusto. Paul Valéry percibió su novedad, y Marcel Proust lo tuvo muy en cuenta para transmitir sus sensaciones entremezcladas. En los últimos años se han reeditado en Francia sus novelas de nuevo conjuntamente, y se han logrado nuevos libros suyos desde diversas perspectivas, sea París, Zola, sus escritos artísticos, las entrevistas con la prensa, su correspondencia. Se han traducido en diversas ocasiones al castellano y al catalán. Recientemente, Michel Houellebecq en su última novela (Sumisión) lo ha convertido en un trasunto del catedrático protagonista de la misma, especialista en la obra de este autor.










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